Skip to main content

Controlar el clima dentro de un invernadero, hacer sostenible el aporte de recursos y que al mismo tiempo sea económicamente rentable es posible aún en zonas frías. La tecnología avanza y científicos, agricultores y otros agentes involucrados en el desarrollo rural trabajan en interesantes proyectos. Uno de ellos, denominado Huerta 4.0: Invernaderos sostenibles en zonas frías, promete cultivos que superan la barrera climática.

En Salamanca y Huesca se levantan las estructuras pilotos en España, con el aval del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. Con los llamados invernaderos solares pasivos se intenta contribuir al desarrollo de los cultivos en comunidades rurales aisladas y/o deshabitadas.

España innova con los invernaderos solares

En el país europeo el proyecto es el primer intento por mejorar la producción agrícola a bajas temperaturas, en épocas de invierno. Sin embargo, iniciativas similares a Huerta 4.0 han dado buenos resultados en países como Armenia, Mongolia y principalmente en China.

También Canadá y los Países Bajos han tecnificado sus formas de cultivo. Se sirven de la radiación solar y la diferencia de grados centígrados que puede concebirse entre el interior y el exterior de los invernaderos. España, por su parte, cuenta con la latitud y el clima propicios para la ejecución del proyecto. El sol es lo más importante y la región percibe la radiación solar suficiente para climatizar el invernáculo. Los expertos apuestan al sistema pasivo.

Estaciones pilotos

Uno de los invernaderos pilotos estará ubicado en la Finca Experimental Muñovela, en Salamanca. Constará de estructuras altas, material flexible y capas dobles que permitan controlar la temperatura y humedad. Además estará dotado de lo último en tecnología agrícola para asegurar la ventilación necesaria en verano, el calor en invierno y un bajo gasto energético. Así como el uso sostenible de agua y otros recursos.

Para constatar el óptimo funcionamiento del invernadero e ir previendo ajustes necesarios, serán instalados sensores 4.0. Los dispositivos integrados en red permitirán evaluar en tiempo real el comportamiento de los cultivos frente a las condiciones meteorológicas. Desde sus móviles los agricultores podrán tener acceso a la información, dar órdenes al sistema o a partir de allí brindar asistencia técnica.

La idea es probar en Salamanca y Huesca que el sistema funciona. Y que es posible el desarrollo de la agricultura sostenible en climas fríos. Su éxito se traduciría en mejoras productivas y mayores beneficios económicos para el agricultor. Además, daría razones a la población para su vuelta al medio rural, bastante descuidado los últimos años.

La agricultura en España y en cualquier otro país requiere de grandes inversiones. Una forma de hacerla posible, sostenible y rentable económicamente, es creando ambientes controlados. Los invernaderos requieren de pocas hectáreas y maquinarias. Las estructuras propuestas por el Grupo Operativo Huerta 4.0 son básicas, asequibles y ahorrativas, pueden funcionar satisfactoriamente en las zonas más deshabitadas.