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La pelea contra el cambio climático es una ardua tarea que requiere el apoyo de varios sectores de la sociedad. En el área agrícola, los llamados cultivos verdes resultan de gran importancia. Estudios recientes señalan a las plantas de frutos cítricos y al olivo, como las más efectivas. Al menos, ellas logran reducir hasta en un 100% los vestigios del carbono.

La información fue dada a conocer hace varias semanas por miembros de Ecovalia (Asociación valor ecológico) e investigadores de la Universidad de Córdoba, España. Ambas instituciones participaron en un estudio denominado “Producción Ecológica Mediterránea y Cambio Climático: Estado del Conocimiento”. En él se explica que las plantaciones de cítricos con métodos ecológicos mitigan un 60% la contaminación por carbono. Por su parte, la efectividad del olivar es de un 100%.

La noticia es positiva para los ambientalistas, especialmente si se toma en cuenta que el olivar ocupa una superficie mundial de 11,4 millones de hectáreas. De esa cantidad, 6.3 millones se localizan en la Unión Europea, siendo España el país productor más destacado, con un 42% de los cultivos. Claro, la mayoría no se produce bajo el sistema catalogado como verde, pero las transformaciones avanzan a buen paso.

Investigación detallada

Tomando como referencia la producción industrializada, el estudio indica que los cereales de invierno y los subtropicales reducen los gases entre el 40 y 42%. En la actualidad, las emisiones de gases con efecto invernadero generados por la ganadería y la agricultura, totalizan un 11%. Incluso, se eleva a 25% si se añade lo que indirectamente ocasiona la producción de insumos.

Los métodos convencionales agroproductivos que son los que más se ponen en práctica en la actualidad, pueden ser contrarrestados por las técnicas ecológicas. Estos sistemas, que tienen su reglamento en la Unión Europea, se enfocan en proteger los vegetales y animales autóctonos, incentivar el empleo en las comunidades y ser amables con el medioambiente.

Es por ello que resultan prometedoras prácticas como las cubiertas vegetales, reutilización de los desechos de la poda, reciclaje de los residuos generados por la agroindustria, disminución del laboreo, uso de energías renovables y priorización de las especies tradicionales. Además, el hecho de que se disminuya el empleo de fertilizantes merma considerablemente la liberación de óxido nitroso.

Más apoyo de la PAC para controlar el cambio climático

Ante los excelentes resultados que se mostraron con el análisis catedrático de los cultivos de carácter ecológico, Ecovalia instó a los organismos comunitarios a enfocarse en la promulgación e implementación de la metodología descrita. A juicio de la asociación, a través de la Política Agraria Común (PAC) se debe respaldar la siembra verde con más ayudas e incentivos, especialmente para el multiplicación de los mencionados productos.