En España, 10,4 por ciento de los gases que causan el efecto invernadero son generados por el sector agrícola. Mayor aún son los provocados por los sectores que no se rigen por el comercio de derechos de emisión. Éstos se ubican en un 18%.
Con la finalidad de cambiar esta situación el gobierno español elabora estrategias para combatir el cambio climático. Así lo informaron recientemente la Secretaría de Estado de Medio Ambiente y la Dirección de Mercados Agrarios.
Ser más rígidos en la implementación de las normas ya creadas, educar a la colectividad y generar nuevos métodos tecnológicos y de aprovechamiento, son parte de los objetivos. La idea, según dijo la titular de Ambiente, María García, es que los españoles lideren las prácticas económicas a favor del ambiente.
Instan al sector agrícola a participar en la solución
A juicio de Fernando Miranda, directivo de Mercados, apostar por nuevos modelos de gestión en la agricultura es un paso obligado. Indica que ya existen compromisos internacionales que abogan por el control de las emisiones. “Los empresarios que no acaten, simplemente no venderán”, adujo.
Al parecer, el Ministerio está comprometido con la causa ambiental. Creen que de generarse la transformación, el comercio agroalimentario local será ejemplo internacional. Aseguran poseer las condiciones y estiman presentar a mediados de año el plan de acciones a tomar.
Ya se han adelantado acciones que apuntan a la vía ecológica. Tal es el caso del llamado “Pacto del Agua”. Tras la sequía que perturbó a los productores de la nación, se han establecido parámetros para prevenir o enfrentar los daños. Distribución equitativa de las cuencas y el servicio hídrico, así como ahorro del recurso, están contemplados en el nuevo proyecto.
Panorama oscuro
García dice que es un reto que urge asumir. El ente mundial a cargo supervisar los cambios meteorológicos del planeta, catalogaron los dos últimos años como los más calientes de la historia. La situación pareciera no frenar en el futuro próximo. Al contrario, esperan más olas de calor e inundaciones.
Para revertir los pronósticos el gobierno español hizo hincapié en la necesidad de trabajar conjuntamente con la empresa privada. Señalan que el Estado no puede lograr un cambio sino se involucran todos los actores.
Las industrias que se sumen al proyecto tendrán que medir los niveles de gases que emiten. Llevar un registro es imperioso para determinar si hay avances o no. Lo siguiente es fijar un compromiso para la reducción de los agentes contaminantes. Alertan que la batalla a favor del planeta tendrá que librarse con la unión de las empresas, la sociedad y el gobierno.