El gobierno español tiene una deuda con ellos. Durante años quienes laboran en la llamada Agricultura Ecológica o Eco, han solicitado un lugar en los contratos del sector público. Al parecer, esta vez serán tomados en cuenta.
No se trata sólo de negocios. El cultivo e inclusión a escala mayor de “Alimentos Bio” supone un impacto positivo para el ambiente y los ciudadanos. Otras naciones ya se benefician de ellos y España debería imitarles. Al menos así lo creen representantes de las asociaciones que agrupan a los promotores y empresarios del rubro como SEAE, Ecovali, Vida Sana e Intereco.
La esperanza está puesta en los comisionados ministeriales, que redactarán un programa para añadir pautas que prioricen valores ecológicos en las contrataciones gubernamentales.
El objetivo es el mercado nacional
Aunque lo ven como un avance, la cautela no está demás. Álvaro Barrera, titular principal de Ecovalia, ha dicho que no cantará victoria hasta tener en sus manos el plan que elabora el personal adscrito al Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente (Mapama).
El alcance del texto no está claro, pero Barrera espera que se impulse la ingesta de productos orgánicos y se les dé prioridad. Por ejemplo, llevando los “Alimentos Bio” a los comedores de las escuelas, centros asistenciales de salud y diversos organismos dependientes del Ejecutivo. A su juicio, la meta es que sus productos estén presentes en el mercado nacional.
En marzo entrará en vigencia el texto legal, mientras los relacionados al área piden que sean consultados para hacer sus aportes especializados. La manera de articular y gestionar las compras determinaría la positividad de la acción que se gesta.
«Expertos» en agricultura ecológica piden ser escuchados
Montse Escutia, miembro de la Asociación Vida Sana, ha solicitado que tal y como estipula la norma del Real Decreto sobre la conformación de las comisiones, los involucrados asistan a los encuentros bajo la figura de “expertos”.
Escutia ha asegurado que mientras más participación tengan los productores ecologistas, mayor garantía se tendrá de que verdaderamente se consiga un apoyo. Para ejemplificar, cita el caso de Italia, país que ya maneja políticas económicas de ese tipo, con resultados que repercuten en la sanidad de sus habitantes.
Lo que sí está previsto es la participación de integrantes de Mapama en charlas efectuadas por la “EU Green Public Procurement Criteria for Food and Catering Services”, en las que se abordará la temática. La idea, han indicado, es lograr un perfecto engranaje entre ecología, contratos, gobiernos y desarrollo saludable de la región y sus moradores.