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Bioplásticos. Cada vez más las industrias se interesan en disminuir su impacto negativo en el ambiente. Es por ello que diversos laboratorios trabajan en conseguir alternativas ecológicas a los problemas que ocasiona la acción del hombre en el planeta. Científicos del Instituto de Hortofruticultura Subtropical y Mediterránea “La Mayora” (IHSM), han dado un paso importante en este sentido.

Los investigadores españoles han creado bioplásticos con la piel y restos de tomates. El material se descompone en el mar luego de un mes y posee propiedades parecidas a los envases comerciales. De esta manera se generaría una alternativa eficaz para sustituir los plásticos que se derivan del petróleo y que tardan hasta 450 años en degradarse en el océano.

José Alejandro Heredia, investigador del IHSM, realiza trabajos con celulosa para conseguir un bioplástico perfecto. Explicó que “de las hojas, los tallos y de la piel de los tomates que se desechan en la industria conservera tras hacer salsa de tomate o kétchup, se extrae la celulosa de forma purificada. A través de ésta, se crea una película o papel film robusto y transparente con múltiples aplicaciones”.

Foto: Pixabay.com

Heredia informó que el bioplástico creado puede repeler el agua y tener diversos colores y tonos nacarados, fluorescentes o variar según se exponga a la luz. Estas características hacen que pueda emplearse de forma lúdica u ornamental en el empacado de alimentos.

El plástico inteligente y sostenible cuando protege un alimento también actúa como un sensor. Si el material que recubre el producto se empieza a deteriorar el bioplástico da indicios, como cambio de color. Esto indica que se absorbió agua y está mermando su estructura, pierde propiedades y ya no es útil.

Lo lamentable es que aún no se vislumbra su uso masivo. “Su aplicación comercial está lejos de llegar, ya que la industria de los plásticos necesita poder utilizar la misma maquinaria para que sea económicamente viable este cambio, que supondría una revolución para el medio ambiente y la sostenibilidad alimentaria”, aseguró Heredia.

Por su parte, en Enguix se apoya con una maquinaria agrícola óptima el desarrollo y el trabajo en el campo. Estos fabricantes de trituradoras y rotocultivadores ofrecen en su catálogo un amplio stock. Desde 1959 van de la mano con las innovaciones alimentarias, ecología, tecnología y rentabilidad de la actividad agraria de los españoles.