Obligarlos a combatir a la avispilla es la meta. Por ello, la Consejería de Agua, Agricultura, Ganadería y Pesca no ha tenido reparos en publicar una resolución con la que multará a los trabajadores del campo que no acaten las medidas fitosanitarias establecidas para eliminar la plaga que afecta a los almendros.
Las tarifas son considerables. Quienes no cumplan con el plazo establecido (fijado por Sanidad Vegetal) para destruir los frutos afectados, tendrán que pagar desde 3 mil hasta 120 mil euros, si la falta se considera de gravedad. Mantener cultivos abandonados por la contaminación de la plaga también generará consecuencias.
Las alarmas están encendidas. Pedro García, presidente de la Coordinadora de Organizaciones Agrarias y Ganaderas de Jumilla, ha dicho que si no se toman los correctivos a tiempo, un 90% de los almendros de Murcia podrían verse afectados. Ante esta situación, el consejero Miguel Ángel del Amor ha hablado de la necesidad de evitar-a toda costa-que aumente o se propague la población de estos dañinos insectos.
Medidas de control de la avispilla
Multar a los agricultores que irresponsablemente no colaboren con la erradicación y control de esta plaga es una forma de presionar hacia el objetivo. Cumplir con las acciones fitosanitarias no es tan complicado y solo por el peligro que representa la avispilla para los sembradíos debería bastar para seguir los pasos que indican las autoridades sanitarias, señalan involucrados del sector.
Entre los mecanismos de control está quemar las almendras infectadas. También se tienen que revisar los centros de almacenaje de los frutos, destruir los que estén contaminados por la plaga y notificar a Sanidad Vegetal. Igualmente, existen productos recomendados por las autoridades para efectuar el tratamiento correspondiente a las plantas.
Hay sembradíos de almendros que tras ser afectados por la avispilla fueron abandonados por los propietarios. Estos no pueden quedar así, pues se convierten en centros de reproducción del insecto. Por ello, deben eliminarse estas explotaciones. Tampoco pueden emplearse los frutos y árboles contaminados para darle de comer a los animales, para combustible u otro tipo de utilidad.
Insecto temible
Las primeras evidencias de la presencia de la plaga en España se dieron en 2010. Esta es de origen asiático y mide unos 2,5 milímetros. Es similar a un grano de arroz. El insecto coloca sus huevos en primavera dentro de las yemas del castaño y evita que el vegetal se desarrolle. Esto ocasiona merma la capacidad productiva hasta en un 80%.
Por si fuera poco, la avispilla se apodera de los nutrientes de la planta. Detiene su crecimiento y contribuye a que surjan enfermedades. Investigadores han encontrado avispillas hembras que fecundan sus huevos, con lo cual se dificulta aún más su control.