El consumidor se ha vuelto más exigente con sus alimentos. Al menos, así lo señalan productores de frutas y hortalizas en España. Pensado en ellos y en un mercado que apunta a la vanguardia, cada vez son más las variedades de vegetales que se cultivan. La optimización de los productos es el norte.
Según datos del “Ministerio de Agricultura y Pesca y Alimentación y Medio Ambiente” (Mapama), en tres años se han incluido 1.225 especies nuevas. Mandarinas jugosas, resistentes y sin semillas, aguacates de pura pulpa carentes de hueso, así como sandías y uvas también sin semillas, son parte del stock.
La competitividad en auge ha sido el motor creativo, pues el país ibérico prácticamente tenía el monopolio comercial de Europa hace unos 15 años. Por eso, el área hortofrutícola se ha reinventado para abastecer el mercado y ocupar vacíos comerciales. Es aquí cuando entran en juego las nuevas variantes.
Mejores vegetales y frutas para cubrir las expectativas
La temporada de mandarinas tradicionales culmina en enero. Sin embargo, los anaqueles permanecen llenos todo el año, gracias a los híbridos de la fruta. Las tipo Orri y Tango son las más populares, y la ventaja es que casi no tienen contrincantes de otras naciones.
Pero tapar el hueco no es suficiente. Productores señalan que además del comerciante, que exige un alimento con más tiempo de vida y de sencillo traslado, el consumidor desea que se llenen otros requisitos. Un color brillante e intenso, una forma y tamaño homogénea, y facilidad para su ingesta, son parte de las expectativas a cumplir.
Pensado en quien lleva el producto a casa, científicos del sector trabajan en mejorar e intensificar el sabor de los alimentos alterados genéticamente. Pues es precisamente el sabor una de las quejas de quienes ingieren los híbridos. Las llamadas “casas de semillas” en España y el resto de Europa, se han activado en este sentido.
Comercio y seguridad van de la mano
En la nación las investigaciones agrarias están en auge. Desarrollar vegetales sabrosos y duraderos es el objetivo para satisfacer la demanda interna y externa. Esta situación ha ido en ascenso gracias a la tendencia del consumo de los denominados “productos saludables”.
Es por ello que son cada vez más las especies vegetales que se suman a la producción, más allá de los tiempos estipulados normalmente. Así se ven surgir otras opciones de almendros (28 nuevos tipos), castaños (34) o melocotoneros (164). Vale destacar, que todo este crecimiento va regulado con licencias que protegen al agricultor.