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Recientemente las autoridades españolas difundieron la cifra. Se han detectado 925 nuevos casos de Xylella fastidiosa, una bacteria que destruye los almendros y otros árboles, y que se ha convertido en un problema para los agricultores y el Estado. Desde su aparición por primera vez en Mallorca (2016), las acciones en su contra parecen haber quedado cortas.

El informe detalla que del total de los casos, 890 se produjeron en almendros. De hecho, esta enfermedad vegetal es llamada el “ébola del almendro”, por su potente capacidad destructiva. Sin embargo, también se han visto afectadas otras plantaciones. Destacan 11 de Polygala myrtifolia, ocho de Helichrysum-italicum, siete albaricoqueros, tres de aladierno, tres de romero, dos de ciruelo y uno de Calicotome spinosa.

En cuanto a las comunidades que hasta la fecha han sido víctimas se encuentran Andalucía,, Valencia, Mallorca y Madrid. Todo el archipiélago balear ha sido «atacado». Lo peor, es que el riesgo de propagación está latente. Las acciones que buscan poner freno a la situación no han sido suficientes. Uno de los factores que más pesa, incluso en otras regiones de Europa como Italia, donde la peste arrasó con miles de hectáreas, es la desinformación.

Acciones concretas contra la Xylella

Los especialistas aseguran que España debe tomar nota de lo acontecido en tierras italianas. Allí, donde empezó el mal, la crisis no ha cesado. Luego de un estudio de la Comisión Europea (2018), se determinó que el Gobierno había fracasado en la vigilancia de la bacteria. Las medidas de control no se aplicaron a tiempo. Los agricultores y autoridades nacionales y regionales no se pusieron de acuerdo en tomar las drásticas acciones que se requieren para su combate. Hay que arrancar las plantaciones afectadas y el perímetro cercano a ellas.

Aún muchos trabajadores del campo se resisten a perder por completo los sembradíos infectados y los aledaños, que posiblemente aniden la enfermedad. Es por ello, que los conocedores abogan por una actuación rápida, coordinada y colaborativa, para evitar las funestas consecuencias.

En regiones como Andalucía, donde la Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible ha dicho que la zona está libre de Xylella, piden poner las «bardas en remojo». Sanidad y agricultores han solicitado que se difunda el alcance de la enfermedad y las acciones de vigilancia y control fitosanitario. Igualmente, solicitan que se incrementen los “protocolos e indemnizaciones” que se efectúan por el arranque.