No se trata de un simple nacionalismo. Emplear semillas propias de la región equivale a una mayor rentabilidad y una considerable mejora del ecosistema. Al menos así lo han afirmado los promotores del uso regulado de “especies herbáceas autóctonas”.
El tema que comenzó a tratarse en febrero en España, hoy cobra relevancia, pues ya otros países como Francia y Alemania se han adelantado en esta materia. De hecho, la Unión Europea considera este punto como estratégico y lanzó una normativa regulatoria en 2010.
Un equipo multidisciplinario que se relaciona con la ecología, la biodiversidad y el sistema agrario, decidió tomar las riendas. La idea es elaborar y promover un plan para reglamentar la productividad y usanza de semillas autóctonas. El grupo lo integran científicos, docentes, empresarios, administradores y conservacionistas.
Beneficios de emplear semillas autóctonas
Agroecosistemas con una biodiversidad elevada, restauración de las superficies y preservación del ambiente, son parte de las ventajas que implica el uso de las semillas de hierbas propias. Gracias a ellas los suelos se adaptan a futuros cambios, como plagas específicas o embates del clima. De allí que su empleo sea parte importante en la llamada “agricultura ecológica”.
Estas semillas suelen utilizarse para optimizar los pastizales, en setos, herrizas y cubiertas vegetales. De esta forma se mantiene la armonía y se evitan erosiones genéticas. Igualmente, se ha comprobado que el incremento en la biodiversidad natural de cada región mitiga la debilidad ante factores ambientales perjudiciales.
Los beneficios hacen que en la agricultura española la demanda de semillas se incremente cada vez más. Lo negativo, es que es poca la disponibilidad. A penas se hallan algunas especies, generalmente las más comerciales. Éstas suelen provenir de tierras distintas a donde se cultivan. Otra situación, es que algunos recolectan semillas silvestres y las comercializan, acción que puede agotar el recurso natural.
Acciones concretas
Para certificar y producir las semillas autóctonas en España, la organización Ecovalia encabeza una campaña que busca satisfacer esta necesidad. Las estrategias planteadas están en sintonía con las ejecutadas en otros países europeos. El ente dedica su labor a desarrollar la productividad ecológica.
Igualmente, diversos organismos e instituciones que hacen vida en suelo hispano se han sumado a la tarea. Tal es el caso de la Universidad de Oviedo, la Sociedad Española de Biología de Conservación de las Plantas, CSIC, Fundación Global Nature, Junta de Andalucía, Society for Ecological Restoration European Chapter y el Campus de Excelencia Internacional Agroalimentario, entre otros.