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En España es popular en bares y restaurantes. Es por ello que el país ibérico produce el 95% de la Berenjenas de Almagro que se ingieren.  De hecho, se estima que en 2017 se cosecharon un millón 900 mil kilos sólo en Castilla-La Mancha, una cifra tan importante como los 200 empleos que generaron sus trabajos de cultivo.

La zona donde se produce el alimento cuenta con la llamada “Indicación Geográfica Protegida” (IGP). Las áreas donde se siembran y envasan son Almagro, Bolaños de Calatrava, Aldea del rey, Calzada de Calatrava, Valenzuela de Calatrava, Granátula de Calatrava y Viso del Marqués, en la provincia de Ciudad Real.

Esta particular berenjena llega al consumidor final en forma de conserva. Es encurtida y aliñada para que tengan una larga vida. Para ello se cocina, se fermenta y posteriormente se envasa. Llega al mercado en varios tipos: embuchada, aliñada, con pimiento natural o pasta de pimiento, troceada y en cogollos.

Sabor único y un cultivo de tradición

La Berenjena de Almagro posee un tono verdoso claro y visos púrpura. Sus pinchos o espinas le distinguen de otras variedades. La planta mide unos 60 cm de alto, y el fruto en sí es redondeado, carnoso y pequeño. La pulpa es casi blanca y se ven sus semillas cuando madura. Se considera una planta silvestre y de consumo local.

Los árabes fueron los encargados de llevar este vegetal a España, aunque su origen es indio. Su modo de conservación es otra de las particularidades heredadas. Su comercialización comenzó en los años 40, y su industrialización en los 60 (1964). Desde allí su cultivo en todo el suelo español creció.

Aún su exportación es muy poca. A penas llega a países como Alemania, Reino Unido, Francia y Estados Unidos. Sin embargo, no hay feria española en la que no se ofrezca a los comensales. Su Denominación de Origen la ha mantenido como tradición gastronómica. Además, promueve el desarrollo social, pues en su siembra cientos de jornaleros participan. El cálculo es de un trabajador por cada 10 mil kilos producidos. Un ratio elevadísimo en el sector agrícola.

Beneficios y degustación

Además de sabrosas, a las Berenjenas de Almagro le atañen propiedades beneficiosas para la salud. Entre ellas su capacidad de mejorar afecciones de la circulación sanguínea. Por su bajo contenido calórico se incluye en dietas especiales para la pérdida de peso. En las despensas de España no suele faltar, pues se sirve como aperitivo.

Sin embargo, su uso más común es como tapa en los bares y restaurantes españoles. Se recomienda maridar con cerveza, pues su fuerte contenido de vinagre no armoniza con el vino. Elimina sus cualidades aromáticas y de sabor. A pesar de ello, en algunos festivales gastronómicos se les combina con vinos manchegos.