Pastoreo regenerativo. Dentro de la explotación ganadera el pastoreo es una práctica común. Pero, las técnicas tradicionales hoy se reinventan. La idea es cumplir con las exigencias europeas de reducir el impacto negativo al ambiente. El cambio climático es una realidad que hay que tomar en serio y buscar la forma de mitigarla.
El pastoreo regenerativo es un sistema que promete beneficios a los productores y es ecológico. Así lo ha comprobado el centro tecnológico NEIKER. El ente, que es miembro de Basque Research and Technology Alliance (BRTA), tienen 10 años aplicando la técnica en un rebaño ovino lechero que posee en Arkaute, Álava.
El método de pastoreo regenerativo radica en pastar en pequeñas parcelas durante tiempos cortos. Luego, se les da un descanso suficiente para que la pradera conserve la calidad de su suelo. Los frutos de la experiencia de NEIKER están a la vista y se espera que otras explotaciones copien el sistema.
“Durante los tres primeros años se incrementó la fijación de carbono y la fertilidad del suelo, al igual que la producción de hierba. Además, se redujo la huella de carbono, y todo ello sin afectar a la producción de leche de las ovejas”, explica las investigadoras de los departamentos de Producción Animal y de Conservación de Recursos Naturales de NEKER, Nerea Mandaluniz y Lur Epelde.
Específicamente, tras 6 años de aplicar la técnica en Arkaute se elevó el almacenaje de carbono en el suelo en un 4%. La cifra supera la que se propuso en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático COP21, en Paris. Allí la propuesta fue mejorar el “contenido en materia orgánica de un 4/1000 el carbono en los suelos”, explicó Mandaluniz.
Los suelos tratados con pastoreo regenerativo muestran que en nueve años de aplicar la técnica son mucho más fértiles. Esto, en comparación con 10 años antes del tratamiento. Hay mayor actividad biológica y crecimiento de plantas. “Observamos que el carbono se acumula principalmente en la capa más superficial del suelo y en forma de materia orgánica particulada (+18%)”, apuntó Epelde.
Entre otros beneficios, este método de pastoreo hace que se produzca más hierba. La consecuencia es que el ganadero compra menos alimento para sus animales, lo que se traduce en un ahorro en los costes. Se favorece la ganadería extensiva que resulta sostenible y mucho más rentable.