Skip to main content

Las prácticas para una agricultura productiva y sostenible dependen del estado del suelo de cultivo. Es por ello que resulta fundamental que el productor conozca el estado de la tierra respecto a los nutrientes y su pH. Un suelo que no está equilibrado tendrá plantas que no alcanzarán su máximo potencial.

Existen varias publicaciones referentes a las condiciones que hacen que un suelo sea fértil. Estos se refieren a qué nutrientes debe poseer para que los cultivos crezcan y se desarrollen.  Los nutrientes se agrupan en micro, meso y macronutrientes. Estos son: fósforo (P), nitrógeno (N), potasio (K), magnesio (Mg), calcio (Ca), azufre (S), manganeso (Mn), hierro (Fe),  cobre (Cu), boro (B) y cinc (Zn).

Además de los nutrientes en su justa cantidad, los suelos fértiles tienen una estructura química y física que hace más fácil su cultivo. Entro estos se halla el pH, la capacidad de intercambio catiónico y la materia orgánica. Existen varios tipos de suelo, unos más beneficiosos que otros, pero para optimizar los rendimientos los agricultores deben añadir lo necesario para fertilizar lo mejor posible sus tierras.

Foto: Pixabay.com

En España los suelos agrícolas son diversos. Factores como la geografía, clima y la intervención del hombre (usos previos) les han dado características particulares. Los tipos son: arcillosos, limosos, rocosos y arenosos. Cada uno se aprovecha de forma diferente para cultivos específicos que se adaptan a sus condiciones.

Según el tipo de suelo también se requiere de una maquinaria particular. En este sentido, Enguix es ejemplo de la maquinaria agrícola de calidad que se hace en España. Desde 1959 ofrece al mercado trituradoras y rotocultivadores, entre otros equipos. Esta empresa ofrece un amplio catálogo para el trabajo agrario y asesoría personalizada.

Existen varias prácticas que ayudan a conservar la salud y productividad de los suelos. Una de ellas es el incremento de ingreso de carbono a la tierra. Para ello se emplean cultivos en secuencias, cultivos de coberturas y que se incluyan pasturas. Igualmente, es vital que los agricultores monitoreen regularmente el pH de los suelos, pues es clave para disponer de nutrientes.