Reino Unido, Italia, Alemania, Holanda, Suiza, Finlandia, Hungría y España trabajan en conjunto para poner en práctica el proyecto “Diverfarming”, que propone la diversificación de los cultivos para obtener mayores ganancias y sumar aportes a la ecología.
En el plan trabajan unos 60 investigadores que buscan una alternativa a los monocultivos, que ayude a luchar contra la erosión de los suelos e incrementar la sostenibilidad y rentabilidad. ¿Cómo? con plantaciones diferentes a las tradicionales. Para ello se cuenta con el respaldo de gestores de políticas agrarias europeas, asociaciones de agricultores y consumidores. Juntos pretenden unificar conocimientos y experiencias que lleven a resultados positivos.
Opciones que suman beneficios a los cultivos
“Diverfarming, que forma parte del programa “Horizonte 2020 de la Comisión Europea”, se encuentra en su segunda fase. Cada país participante tiene sus propias particularidades medioambientales, de allí que cada propuesta es evaluada específicamente. Por ejemplo, en España buscan que las parcelas de olivar «sufran» menos por la erosión. Para ello prevén intercalar la planta de la que se obtiene el aceite de oliva con otras como el aloe vera, oleaginosas de consumo animal o hierbas medicinales y aromáticas.
Incluir nuevas plantaciones generaría más empleo y oportunidades para nuevas generaciones. La idea es penetrar a áreas rurales y crear alternativas en lugares como las zonas de montañas o pendientes que a menudo son abandonadas, como sucede en Andalucía. Otras plantaciones propuestas son la lavanda, el romero o el tomillo, que podrían compartir espacio con los cultivos de almendros.
En los países bajos las directrices están orientadas a mezclar con los pastos de Holanda, por ejemplo, variedades como avena, trigo, habas o lino. Para los viñedos de Alemania convendría mezclar entre ellos plantas aromáticas y leguminosas.
Más alternativas
Para diversificar las siembras en Italia, se prevé rotar los campos con alimentos de gran consumo en esa nación. Por ejemplo, el trigo duro, el tomate y las leguminosas. Mientras, en Hungría, país donde se siembra mucha fruta, se propone combinar los cultivos con hierbas medicinales y forraje. Igualmente, compartir sus viñedos con avena, alfalfa y leguminosas para alimentar el ganado, y así obtener doble beneficio. Eso sí, siempre bajo estrictas acciones de supervisión para garantizar la efectividad.
De igual modo, para maximizar la rentabilidad de los campos finlandeses sugieren rotar pastizales con cereales y leguminosas. En todos los casos se determinaron los problemas ecológicos que enfrentan y la manera de contrarrestarlos con plantas que ayuden a sanar los suelos.