Este 2018 España estima una cosecha histórica de cereales al situarla en 24,11 millones de toneladas. La cifra fue señalada por las Cooperativas Agro-alimentarias de la nación, específicamente por las encargadas de cultivos herbáceos. Y lo mejor es que esta excelente cifra podría aumentar cuando acabe la recolecta de maíz.
En total se cosecharon en el país ibérico 5,98 millones de hectáreas y el rendimiento fue de 4,03 toneladas por hectárea. Los números tienen base en lo aportado por el Fondo Español de Garantía Agraria (FEGA). La producción de cereales de este 2018 estaría un 24% por encima del promedio obtenido en los tres años anteriores. Respecto al 2017 se obtuvo 8,34 millones de toneladas (Mt) más, es decir que la cifra creció 55,33%.
Por rubro, lo más cosechado fue la cebada, con 9,32 millones de toneladas. Le sigue el trigo blando con 6,79 Mt, luego el maíz con 3,69 Mt y el durum con 1,35 Mt. De avena se produjeron 1,17 millones de toneladas, el centeno con 0,42 Mt y el triticale, junto a otros cereales, con 0,77 Mt.
Ahora, según los precios que tienen los cereales en el mercado español, el más consumido de la cosecha local será el maíz, le seguirá el trigo blando y luego la cebada. Sin embargo, aunque la producción de este año ha sido espectacular, aún no cubre la demanda de la nación. Es por ello que se prevé una importación de 11 millones de toneladas de cereales. Estimaciones del sector agrario contabilizan una demanda anual de 35 millones de toneladas.
Regiones productoras a la cabeza
Son tres las comunidades autónomas españolas que están a la cabeza en la producción de cereales. El primer lugar lo ocupa Castilla y León. Allí se concentró el 36,14% de la cosecha, al recoger 8,7 millones de toneladas del rubro. La segunda fue Castilla La Mancha. Los castellano manchegos cosecharon 4,13 Mt, lo que representa el 17,3% de la producción nacional. El tercer lugar es de Aragón. Allí se recogieron 3,56 millones de toneladas.
Trabajadores agrarios de Castilla y León señalan que gracias a las condiciones climáticas, acciones preventivas y ayuda gubernamental pudieron ver incrementados sus cultivos. La cosecha invernal de este 2018, es la segunda mejor que han tenido en los últimos cinco años. La media de ese lustro apunta un 24% de incremento. También es mucho mayor a la del 2017, cuando la sequía hizo estragos en los campos.
Por su parte, el trigo sigue predominando en la región. En Castilla y León lo que más se cultiva desde 2014 es el trigo blando. Esta campaña se produjeron 3.5 Mt y se dedicaron 872 mil hectáreas a su siembra.