Su efecto es devastador. La roya amarilla del trigo ha mermado sembradíos de cereales en todo el mundo y por ello se considera una de las plagas agrícolas más peligrosas de la actualidad. Esta enfermedad originada por un hongo llamado Puccinia striiformis Westend. f. sp. tritici Erikson, debe ser combatida eficazmente para evitar su propagación.
A pesar de su peligrosidad y las cuantiosas pérdidas financieras que acarrea a la agricultura, aún hay un gran desconocimiento sobre la plaga. Es por ello que recientemente se efectuó un encuentro multidisciplinario en el Instituto Navarro de Tecnologías e Infraestructuras Agroalimentarias (Intia), en España, como parte del “Proyecto Europeo de las royas en trigo”. El objetivo es trazar mecanismos integrales de control.
Entre 2012 y 2016 la comunidad de Navarra fue testigo del alcance de la roya amarilla. Sin embargo, en los últimos años se ha mantenido un cerco prudencial y los brotes que se han hallado han sido menos agresivos. Por eso, durante el taller del Intia se abordaron los conceptos y herramientas necesarias para activar las alertas correspondientes si aparece la enfermedad de los cereales.
Profundizar conocimientos
Los países que participan en el proyecto europeo de la roya son Italia, Dinamarca, Suiza, Gran Bretaña, Pakistán y España (Navarra). La idea es cubrir cinco grandes metas: Conocer la biología del hongo, determinar la resistencia del trigo (incluidas distintas variedades), integrar gestión e información de datos, y establecer los riesgos, así como las redes de vigilancia. En términos generales, lo que se busca es que la experiencia de todos los países se comparta y que exista un fácil acceso a la data.
Aún en el país ibérico la afectación por la roya amarilla no ha sido masiva. Se han dado casos aislados y pocas epidemias graves (2014). Al parecer, las condiciones climatológicas han favorecido al país. Sin embargo, esto podría cambiar y esta incidencia menor de la enfermedad elevarse. Existen razas nuevas del hongo que se han aclimatado a ambientes más fríos y que resultan más agresivas. Es por ello que se deben cambiar algunos de los patrones que-hasta la fecha-se habían seguido para su control.
Síntomas y consecuencias de la roya amarilla
Unas pústulas alargadas de color amarillo o anaranjado en las hojas será lo primero que notarán los trabajadores del campo. Este síntoma visible de la enfermedad puede darse en todos los estadíos fenológicos del cultivo. El agricultor debe tomar las medidas fitosanitarias inmediatamente después del hallazgo, pues su propagación es agresiva si cuenta con las condiciones ambientales adecuadas. En poco tiempo se puede producir una epidemia.
Actualmente, se han descrito tres tipos de roya: roya parda, roya negra y roya amarilla. Ésta última es la más potente y dañina. La principal víctima del hongo es el trigo, pero también se dan casos en los que se hospeda en la cebada, triticale, centeno y otras gramíneas (cultivadas y silvestres).
Entre las acciones de control y prevención que deben tomarse para enfrentar el mal están la siembra de variedades de trigo que sean más resistentes a la plaga, claro que también sean compatibles con la zona de siembra. Por otro lado, los agricultores deben hacer un seguimiento exhaustivo de los sembradíos que se infecten y aplicar fungicidas apropiados. Los tratamientos químicos deben ser la última opción.