Soil O-Live es el nombre de una iniciativa que busca revertir el “desierto” en el que se han convertido los suelos de los olivares al sur de España. Para ello, el proyecto recibió 7 millones de euros de la Unión Europea. La idea es estudiar cómo afectan los manejos agrícolas la sanidad de las tierras de olivares mediterráneos y las consecuencias en la calidad de sus productos.
En una entrevista con la agencia de noticias EfeAgro, Antonio José Manzaneda, coordinador de Soil O-Live, dio detalles del proyecto. La primera fase consiste en realizar un diagnóstico de cómo se encuentran los suelos. Como adelanto, Manzaneda asegura que las condiciones no son buenas. Las razones las atañe a la geografía (zona erosionable) y al empleo desmedido de productos fitosanitarios.
“En el primer año analizamos más de 5.200 muestras de suelos procedentes de 52 parcelas de distintos puntos de Europa y el Norte de África. Además, los investigadores de esta iniciativa hemos participado en un centenar de foros en ciudades y, a través de acciones de formación directas, hemos llegado a varios miles de agricultores, principalmente de Andalucía, Extremadura y zonas olivareras de Italia, Grecia y Marruecos”, señala el portal oficial de la iniciativa.
Para constatar la realidad de los suelos de olivares españoles del sur basta con dar un paseo. Si se recorren las plantaciones de Córdoba y Jaén se nota a simple vista que son “un desierto absoluto, sin cubierta vegetal y con poca actividad microbiana”. Así lo expresa Manzaneda, quien también es profesor de Ecología en la Universidad de Jaén.
“Existen zonas en las que se da la paradoja de que ya ni siquiera es rentable usar los fitosanitarios porque la producción no compensa la inversión (…) El uso intenso de pesticidas se repite en otras partes de la región mediterránea como el sur de Italia o las áreas donde se practica la agricultura intensiva en Grecia o Marruecos”, explica a la agencia el investigador.
Los estudios y análisis que se ejecutarán durante el proyecto se harán a través de un consorcio. Se establecieron alianzas y se contará con la participación de 15 institutos académicos, las empresas del sector Deoleo y Nutesca; además del apoyo del Centro Europeo de Datos del Suelo, del Centro Común de Investigación de la Comisión Europea y el Consejo Oleícola Internacional.
“En España participan las universidades de Jaén y Castilla-La Mancha, junto al Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). También, contamos con instituciones de Italia, Portugal, Grecia, Marruecos, Alemania, Polonia y Suiza”, indicó el profesor. “2024 será un año clave para el proyecto, donde tras procesar los datos empezaremos a ver los resultados del estado primeros actual de los suelos del olivar europeo”, expresó Manzaneda.