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El impacto que ha tenido el cambio climático en los insectos polinizadores, ha puesto en peligro a los cultivos españoles.  Alrededor de un 70% de los sembradíos en España se reproducen gracias al «trabajo» que realizan estos animales tras la recolección del néctar o el polen. Pero, lastimosamente, en lo que va de siglo las comunidades de abejas han disminuido de manera sustancial, debido a múltiples causas. Entre ellas el cambio climático y la expansión de la avispa asiática y el abejaruco, que son sus más fuertes depredadores.

Ante esta situación, organismos competentes como el Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, han considerado necesario el establecimiento de alianzas con otros entes para ejecutar proyectos como el LIFE Shara. Su finalidad es concienciar a la población sobre las perjudiciales consecuencias del cambio climático en las poblaciones de abejas, y destacar la pertinencia de reflexionar sobre este problema de interés colectivo.

España hará frente a la reducción de abejas polinizadoras

Debido al perjuicio para los ecosistemas, la alta inversión en la actividad agrícola (cerca de 2. 400 euros al año), y la generación de importantes ingresos por la producción de miel y cera, España no tardó en tomar participación en el asunto de la «protección» de las abejas polinizadoras. 

Conjuntamente con otros países interesados en la preservación de estas especies, aprobó en la Cumbre mundial sobre diversidad biológica, realizada en Cancún, en 2016, un compendio de acciones para impulsar su resguardo. Igualmente, diseñó un plan de acción, cuyo primer boceto se presentará a mediados de año, y el cual podría comenzarse a implementar a finales de 2018.

Las pérdidas son altas

En últimas fechas, se han efectuado estudios científicos con la intervención de reconocidos investigadores como Feliu López, de la Universidad de Vic, de Barcelona. En ellos se recopila valiosa información de apicultores de Andalucía, Valencia y Cataluña, y de fuentes bibliográficas especializadas, que ha permitido ampliar el conocimiento sobre el cambio climático y su incidencia en la apicultura del mediterráneo.

La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y Agricultura (FAO) ha divulgado cifras que han dado luces sobre los daños que podrían derivarse por  la pérdida de abejas. Según ha dicho, la disponibilidad de semillas, frutos secos, frutas y otros productos, puede reducirse hasta en un 90% si estos animales desaparecen. Aseveró que el panorama podría ser más crítico, considerando que 71 de los 100 cultivos que garantizan el 90% del sustento mundial, pende de la polinización de las abejas.