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Desde hace muchos años, los insectos están incluidos en el menú de países como China y México. Sin embargo, muy poco se veían en el continente Europeo. Actualmente, en el mercado español hay un auge de alimentos elaborados a base de grillos y otros bichos, que no eran considerados aptos para la ingesta en ese territorio.

La novedad se debe a la implementación de una norma que entró en vigencia el pasado 1 de enero en la Unión Europea. En la misma se admite la incorporación de estos animales en los platillos y en los anaqueles, en diversas presentaciones, dulces y saladas.

Ya sea para consumo humano o animal, al parecer llevarse insectos a la boca dejará de ser un mero gusto exótico en España.

Está claro que se tienen previstas ciertas regulaciones. Aunque se haya aprobado el uso de insectos, hongos y nuevas técnicas de cocción, en un paquete legislativo denominado Nuevos Alimentos (Novel Food), se ha dejado dicho que la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria velará por la entrada o denegación de los productos.

Los procedimientos serán más ágiles, e incluso darán cabida a elaboraciones de terceros países, pero se exigirá el aval de seguridad de las mismas, y el cumplimiento de algunos parámetros de etiquetado, para no generar confusión en la población.

Chucherías a base de insectos

La producción de barras energéticas, caramelos e incluso chocolates con el ingrediente animal ya está en marcha, y cada vez son más los empresarios que se ven atraídos por su fabricación y comercialización, pues resultan económicos y, según expertos, nutritivos.

“Insectfit”, una compañía con sede en Valencia, se ha dado conocer como una de las pioneras en la elaboración de barritas de caramelo, naranja, chocolate y harina de grillo. Este último complemento lo traen desde Tailandia, pues carecen (no por mucho tiempo) de granjas para criar a esas especies.

Calcio, Zinc, hierro y proteína son parte del compuesto nutricional del ortóptero, con el que ya han cocinado también bizcochos, galletas y crepes, con una gran acogida por parte de los comensales.

¿Qué dicen los especialistas?

En varias entrevistas, el médico Miguel Ángel Martínez-González, docente en el área de Salud de la Universidad de Navarra, ha dicho que esta es una excelente opción para luchar contra el hambre y la contaminación del ambiente. Además de ser barato, el impacto de su crianza es mucho menor que la de otros animales. Es un negocio rentable y ecológico.

Según un estudio efectuado por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), en el mundo las personas consumen unas 1.900 variedades de estos animales, y los preferidos son los escarabajos (31%).

Igualmente, para los veterinarios la implementación de los insectos a la dieta de las mascotas es un avance, pues siempre se había evidenciado una fuente baja de proteínas en ese ramo.

De ello dan fe empresas como “Bioflytech”, que posee granjas de dípteros y moscas para hacer harinas. Con esa mezcla se procesan croquetas para perros y gatos en Bruselas. Entre sus planes está también destinar sus productos para el engorde de pollos.

Lo cierto, es que estamos ante el nacimiento de una industria que probablemente llegue para quedarse en el país ibérico.