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El Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) acaba de publicar la inclusión de 15 nuevos «viñedos singulares» a la Denominación de Origen Calificada (DOC) Rioja. Con ésta añadidura se suma un total de 148 viñedos que forman parte de la más antigua denominación vinícola de España. Los parajes vinícolas de la Rioja alcanzan una superficie de producción superior a las 246 hectáreas.

La extensión actual de los viñedos  evidencia el creciente auge que experimenta esta denominación y el continuo y consecutivo crecimiento de la zona en materia de diversidad y calidad. Así lo considera, Fernando Ezquerro, presidente del Consejo Regulador de la DOC Rioja.  “La iniciativa pone de manifiesto el compromiso de la Denominación en facilitar recursos de diferenciación a los operadores para poner valor al origen específico de su producto”, expresó Ezquerro.

Desde el año 2017, el Consejo Regulador de la Denominación de Origen Calificada Rioja trabaja en conjunto con el MAPA en el desarrollo de este proyecto de excelencia. La idea es poner el foco en la singularidad de los distintos terroir que existen en Rioja.

Foto: Pixabay.com

Los requisitos cualitativos y garantías de los vinos fabricados en «viñedos singulares», además de la particularidad del terruño, deben poseer características únicas de calidad en su elaboración. Deben tener más de 35 años y sus rendimientos no deben sobrepasar los 5.000 kgs. por hectárea, en el caso de variedades tintas y los 6.922 kgs. en variedades blancas.

Otro requisito es que la transformación debe estar  limitada a 65 litros por cada 100 kgs. de uva. Sus procedimientos de cultivo han de ejecutarse de manera respetuosa con el medio ambiente y su vendimia debe ser totalmente manual. De igual manera, la calidad del vino elaborado a partir de “Viñedos Singulares”, se evalúa dos veces: la primera, recién elaborado y la segunda, justo antes de su comercialización y en ambos momentos, debe ser considerado como excelente por la mayoría de los catadores que lo valoran.

Las contraetiquetas que aparecen en las botellas garantizan la mención “Viñedo Singular”. Esto  permite que los consumidores tengan la certeza y garantía de que todas las características descritas están certificadas por el Consejo Regulador.

Las regulaciones garantizan que el vino que se elabora desde 1925 en áreas de las comunidades autónomas de La Rioja, posea características muy especiales de frescura y aromas. Además, asegura que tenga una composición equilibrada que lo hace diferente.