Skip to main content

Son muchas las enfermedades que pueden contraer los cultivos y ponerlos en peligro. Sin embargo, la llegada a España de la “Xylella fastidiosa” ha causado un revuelo justificado en el sector agrícola. Se trata de una bacteria que, desde 2016, amenaza con destruir varios productos insignes del suelo ibérico, especialmente el olivo.

Para entender la gravedad del asunto, es necesario saber que este microorganismo seca y mata las plantas en las que se aloja. ¿Lo peor? No existe cura.

Unas 360 especies son susceptibles a infectarse, pero los almendros, los cítricos y los olivos se cuentan entre los más vulnerables. Destacan también las viñas, los plataneros de sombra, los frutales de hueso, la adelfa y el quercus, por mencionar algunas otras.

Xylella fastidiosa, un enemigo potente

Una de las complejidades, es la dificultad para determinar el contagio, pues las señales que se presentan son parecidas a otras producidas por factores ambientales, estrés hídrico y exceso de nutrientes, entre otros.

Como si fuera poco, los signos no son específicos. Se ha observado marchitez, decaimiento y sequedad. Los brotes y hojas se queman progresivamente hasta desprenderse todos, incluso hasta provocar la muerte del árbol.

Vale destacar que una vez que la bacteria penetra en la savia de una planta, se queda allí y los funestos indicios pueden tardar en aparecer. 

Propagación de la Xylella fastidiosa

El contagio puede ocurrir entre una planta y otra gracias a un insecto portador. El más usual en el continente europeo es el “Philaenus spumarius”, aunque existen otros vectores casi desconocidos. Por ello es poco lo que se puede prever sobre las distancias que abarcan en su vuelo. De igual modo, la Xylella fastidiosa se propaga mediante el comercio, el transporte de material vegetal y los insectos ya «enfermos».

Estados Unidos (California), Brasil, Italia (Apulia) y Francia (Costa Azul y Córcega) son países en los que esta bacteria ha ocasionado daños importantes. La región española de Baleares es su más reciente víctima. Especialistas aseguran que atacará por un largo período.

De acuerdo a su clima, la población más vulnerable es la costa del Levante, ya que la plaga no soporta ni el frío ni el calor extremo. Sin embargo, ya se han reportado brotes en Valencia, Mallorca, Ibiza, Menorca y Alicante.

Contención ante el ataque de la bacteria

En 2015 la Unión Europea elaboró un plan de contingencia para la “’Xylella fastidiosa”, el cual es objeto de críticas y protestas entre los trabajadores del campo. La norma establece que cuando se descubre un foco hay que eliminar por completo esas plantas y todas las que se encuentran a 100 metros de distancia. Tampoco se puede comercializar en esa área, y será cinco años después de erradicada la plaga cuando se podrá volver a sembrar.

Mientras, funcionarios del Gobierno español llaman a la calma y piden confiar en las acciones que toman, pues aseguran que además de la campaña informativa y preventiva, trabajan en un programa para erradicarla que, supuestamente, va “por buen camino”.