Cooperativas y empresas agrarias han manifestado una creciente necesidad: no hay suficientes ingenieros agrónomos en España. La demanda es alta, sobre todo para mantener la agricultura sostenible, pero la oferta es muy limitada. Las escuelas de formación reciben muy pocos estudiantes de la profesión.
Registros del Colegio Oficial de Ingenieros Agrónomos de Cataluña (COEAC, por sus siglas en catalán) son alarmantes. En 2020 solo 20 personas cursaron el máster de Ingeniería Agrónoma, mientras que la demanda es de 150. Así lo indican las publicaciones de solicitud de empleo hasta enero de 2021.
La función de los ingenieros agrónomos es vital para el sector. “Se nos asocia al campo, cerca del ganadero o agricultor, y estamos ahí, pero también en muchos otros procesos ligados a la innovación, gestión, asesoramiento y dirección de la cadena agroalimentaria”, señala la decana de la COEAC, Conxita Villar.
En Lleida, la cooperativa Agrària de Miralcamp, vivió en carne propia la experiencia. En noviembre de 2020 se quedaron sin ingeniero agrónomo y contratar a uno nuevo fue cuesta arriba. Años atrás cuando abrían su proceso de selección recibían una veintena de solicitudes del puesto. En esta ocasión solo recibieron tres.
El director de Miralcamp, Santi Vergé, manifiesta su preocupación. “Que en Lleida no salgan profesionales, con una Escuela Superior de Ingeniería Agrónoma tan prestigiosa, significa que no se traslada al estudiantado las necesidades reales que hay en el mundo laboral”.
Las causas del vacío laboral son diversas, pero al parecer no se trata de dinero. Un ingeniero agrónomo recién graduado gana unos 25 mil euros anuales, mientras que uno con experiencia llega a percibir hasta 40 mil.
A juicio de Villar una razón de la falta de ingenieros del área es que actualmente se ofrecen demasiados grados universitarios y no se promociona la necesidad del campo. “En mi ciudad antes había ocho y ahora hay más de 40, con nombres muy atractivos, sobre todo en el ámbito digital. Detectamos esta falta desde hace años, y también vemos que nos está supliendo gente que no tiene una formación tan completa como la nuestra”, expresa la decana.
Empresas como Enguix, fabricante de trituradoras y rotocultivadores, apoyan la capacitación profesional del campo. En su catálogo de productos ofrecen maquinaria agrícola de alta tecnología. Estar a la vanguardia y adaptarse a las demandas del sector es importante.