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Los almendros que se cultivan en la Comarca del Altiplano son de excelente calidad. Su rentabilidad es notable, pero no satisface la creciente demanda de sus frutos. Las variedades que actualmente se cosechan en la región son de floración temprana. Esta condición hace que se restrinja su comercialización, pues solo es posible su siembra en zonas en las que no hayan heladas, el principal enemigo de este cultivo.

Recientemente se publicó el dañino alcance de las heladas y granizos en árboles frutales. En esta campaña 12 mil hectáreas resultaron afectadas negativamente por estos fenómenos metereológicos. En Murcia, la Comunidad Valenciana, Navarra, Castilla-La Mancha, Extremadura y la Rioja, 6 mil hectáreas de almendros sufrieron siniestros. El 50% de los percances ocurrieron en Albacete.

Pensando en ampliar la producción de almendras y aumentar la superficie cultivable, especialistas de la Consejería de Agua, Agricultura, Ganadería y Pesca realizan una investigación que podría ser la solución al problema. En Jumilla, específicamente en las instalaciones del Centro de Demostración Agraria La Maestra, estudian nuevas variedades de almendros de floración tardía, lo que ampliaría las posibilidades del Altiplano.

Tecnología para el agricultor

Mediante “transferencia tecnológica” se están sembrando en parcelas experimentales almendros autofértiles, con mayor potencial en su productividad, menos susceptibles a padecer males fitopatológicos característicos del rubro, y hasta con un desarrollo que evitaría las costosas podas.

La Largueta y la Marcona son las variedades que abundan en el Altiplano. Son de comprobada calidad, pero tienen exigencias difíciles en su proceso de cultivo. Estas especies requieren de la llamada polinización cruzada. Es decir, como no se fecundan con su propio polen, es necesario que los agricultores planten en sus parcelas otras variedades para lograr la cosecha. Estas deben coincidir en la floración y además se añaden colmenas de insectos polinizadores en las plantaciones. Sin embargo, todo este proceso a veces es deficiente. El clima, sería el principal obstáculo.

Conseguir variedades más óptimas, resistentes y compatibles sería la solución. Es por ello que en el proyecto tecnológico de agricultura se están analizando las especies Constanti, Vairo, Marinada, Antoñeta, Tarraco, Penta, Belona, Soleta, Guara, Francolini, Ferraduel, Glorieta y Masbovera. Estas plantas se están trabajando con sistemas de riego restringido y de regadío. Los resultados se medirán de acuerdo a su rendimiento y producción.

Amables con el ambiente

Además de conseguir poner más almendras españolas en el mercado, el plan tiene fines ecológicos. Esperan que las plantaciones sean sostenibles, que mermen los residuos, el consumo de “inputs” y las emisiones. En cada campaña la Consejería publicará parcialmente los resultados del proyecto.