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El cambio climático sigue amenazando al medioambiente. Muchos factores inciden, incluyendo la emisión de gases contaminantes por parte de los sectores agrícola y ganadero. Ante esta situación, España y los demás países de la Unión Europea se han planteado reducir dichas emisiones en un 40%, para 2030. ¿El objetivo? disminuir su impacto en el llamado efecto invernadero.

El compromiso adquirido por Europa en el reciente Acuerdo de París, fue la revisión exhaustiva del Régimen de Comercio de Derechos de Emisión (EU ETS), a fin de realizar «significativos cambios» que permitan aminorar la dispersión de vapores y el exceso de provisiones en el mercado del carbono.

Asimismo, se establecerán estrategias para favorecer la transformación hacia una economía menos dependiente de la transmisión de CO2. Como medida adicional, se fijarán garantías de resguardo contra el peligro de fugas y se evaluará el posible desplazamiento de la inversión hacia naciones con límites de emisión más laxos.

El informe a desarrollar deberá ser presentado en el Parlamento y el Consejo, para contar con su aprobación. Luego de esto, y en un lapso de 20 días, deberá publicarse en el Diario Oficial de la Unión Europea.

Planteamientos concretos ante el cambio climático

Las acciones a implementar evitarían que el incremento de la temperatura media global del planeta supere los dos grados respecto a los índices preindustriales. Al menos eso fue lo señalado por José Luis Marcos, profesor de la Escuela Técnica Superior de Ingenierías Agrarias de Palencia.

A su juicio, esto podría ayudar a revertir los efectos del efecto invernadero. Sin embargo, aseguró que para ello debe existir un compromiso incorruptible entre los empresarios agrícolas, por fomentar la biodiversidad y la sostenibilidad.

Según Marcos el panorama no es alentador. España sigue siendo uno de los países más vulnerables y las investigaciones sugieren que habrá menor pluviometría, aumento de los fenómenos metereológicos y altas temperaturas.

En su opinión, el papel de la agricultura en la lucha contra el cambio climático es fundamental. La adopción de métodos para emitir menor cantidad de gases es clave para prevenir los problemas de insuficiencia de agua, el ataque de plagas y el daño de los ecosistemas. Adicionalmente, se debe apostar por el uso de productos menos agresivos.

En busca de un modelo sostenible

La meta parece ser clara: Agudizar o intensificar la absorción de los suelos para que los cultivos sean más eficientes y adecuar los procesos a una tecnología que potencie un modelo sostenible.

Todo esto irá amparado en la futura PAC, una iniciativa que-entre otras cosas-promueve una Ley de Cambio Climático y Transición Energética, según han dicho representantes del Ministerio de Agricultura.