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Aunque el balance ofrecido por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) es diferente al pronosticado por la Asociación Agraria-Jóvenes Agricultores (Asaja), ambos coinciden en que este año la superficie destinada a la siembra de cereales es menor a la de 2018. El MAPA ubicó en 0,4% la disminución general de las parcelas. Es decir, en 2018 se emplearon 5,52 millones de hectáreas para estos alimentos y este año se espera una cifra de 5,50 millones de hectáreas.

La información fue divulgada recientemente en su reporte “Avances de Producciones y Superficies”. En él se explica que el cereal que sufrió la mayor pérdida de tierras para su cultivo fue la cebada a seis carreras, con 13,3% menos. Le sigue el trigo duro, que bajó 5,1% y la avena que disminuyó 2,6%, por lo que sólo se emplearían 539.400 hectáreas para este cereal.

Para la siembra de triticale, en esta campaña se destinarán 212.600 hectáreas, lo que se traduce en un descenso de 1,6%. Para el centeno se emplearán 133.500 hectáreas, lo que representa una merma de 1%. Menos dramática es la debacle del trigo blando, que tendrá 1,67 millones de hectáreas este año, lo que equivale a una disminución de 0,9%. El único cereal que tendría un incremento sería la cebada a dos carreras, con 1,31 millones de ha (3,3% más).

Malos pronósticos para los cereales

En enero, Asaja apuntaba a una drástica pérdida de parcelas para la siembra de estos alimentos. Su promedio era de hasta 5% . La cifra representaba 300 mil hectáreas menos de los cereales de invierno en las principales áreas productoras españolas. Costos productivos más elevados, baja rentabilidad y disminución del dinero que percibe el productor, serían las causas de la debacle según la organización agraria.

Inevitablemente, el recorte de la superficie conlleva a una baja en la cosecha. El MAPA señaló que los cereales de primavera de 2018 disminuyeron su producción en relación con la campaña anterior. El volumen cosechado de maíz bajó 6,1% y el de sorgo 27,%. La nota positiva la tuvo el arroz, que elevó su cosecha en un 4,8%.

Claman por mejores condiciones

Para frenar los descensos, Asaja ha expresado que es necesario mejorar las políticas sobre la siembra de estos productos.  Según dicen, cada vez son más los agricultores que prefieren cambiarse de rubro (a los leñosos, por ejemplo). Incluso, optan por destinar esas áreas cultivables a barbechos. Las prohibiciones sobre el uso de plaguicidas y la falta de sustitutos sería uno de los múltiples problemas que enfrentan.