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Se clona. Al menos eso es lo que arrojó un estudio sobre una plaga que desde el año 2002 afecta a los castañares de Europa. Se trata de la avispilla del castaño, un insecto que amenaza sembradíos enteros por su fácil reproducción. La investigación genética fue determinante en ese aspecto.

Las hembras no requieren de un macho para procrear. A partir de ellas mismas conciben otras avispillas idénticas a la madre. No necesitan la fecundación de una pareja. Así lo concluyeron científicos de departamentos investigativos de las universidades de Extremadura y Córdoba en España. La especie “Dryocosmus kuriphilus” es estrictamente partenogenética.

Para el experimento se recolectaron avispillas en diversas áreas del país ibérico afectadas, entre ellas Andalucía. También de otros lugares de Europa donde han dañado cultivos, y de Asia. Vale recordar que este insecto llegó a Italia por accidente desde China en 2002, fecha en la que se produjo la invasión de la especie. Las comparaciones indicaron que los genes son homogéneos según su población. Surgieron de pocos ejemplares.

Consecuencias funestas de la avispilla del castaño

El pequeño insecto pone sus huevos en las yemas del árbol y cuando empiezan a abrirse las hojas, en primavera, las larvas se desarrollan. En el proceso aparecen unas agallas o malformaciones (bolitas) en las hojas de las que se alimentarán las larvas. Esta anormalidad hace que el castañar tenga menos flores y hojas, lo que baja la producción del árbol hasta en un 80%.

Prevenir la situación no es fácil, pues es imposible ver las puestas, pero las agallas de color rojo sí. Entre las medidas que se sugieren está no transportar plantas fueras de las áreas donde se ha descubierto la plaga. A los viveros se les indica observar las plantas hasta un año, antes de venderlas. Cuando la avispilla sale de la agalla el mal ya está hecho, pues inmediatamente se reproducen (verano).

El castaño es de suma importancia para las finanzas de muchas poblaciones españolas, como es el caso de Cáceres, donde se han dado alertas de la plaga. Aunque el problema se ha controlado en la zona, los expertos aconsejan no descuidarse al respecto.

Más soluciones

Otra forma de atajar la proliferación de la avispilla del castaño es soltando al ambiente otra avispa, la “Torymus sinensis”. Este animal combate a la plaga y de manera experimental ya se han desplegado de forma masiva en plantaciones afectadas. Este tipo de control biológico actualmente está siendo solicitado.

Recientemente agricultores de Andalucía y Málaga pidieron a las autoridades la liberación del insecto. Reportan que la avispilla se ha propagado y estiman una baja productiva dramática. Sólo en la zona del Valle Genal hay unas cuatro mil hectáreas sembradas de castaños.