En varias ocasiones la NASA ha tomado fotografías espaciales de Almería, y las vistas son impresionantes. Las miles de hectáreas de suelo cubierto por invernaderos se comparan con un mar de plástico. Bajo esos techos se cultivan frutas y hortalizas de las cuales dependen una gran cantidad de lugareños. Esta forma de agricultura ha crecido de forma vertiginosa y constante en las últimas dos décadas.
El informe cartográfico de 2018 señala que respecto al año pasado se incrementó la superficie «techada» en un 1,7%. Es decir, actualmente hay en Andalucía oriental 35.489 hectáreas dedicadas a la producción hortofrutícola bajo esa modalidad. El ascenso en provincias como Granada, Málaga y Almería se ha mantenido desde el reporte de 2001. En 2017, el alza fue de 10 puntos en 16 años.
Con la finalidad inicial de cortar los vientos que caracterizan el litoral, los invernaderos se popularizaron en los años 60 cuando los trabajadores del campo descubrieron que sembrar bajo esos techos plásticos daba más calor y protección a sus plantaciones. Una mayor calidad y rendimiento, además de cosechas anticipadas fue el resultado que afianzó el uso de la técnica.
Cifras de invernaderos en alza
El mayor número de instalaciones la posee Almería. La zona abarca el 87,4% del total de invernaderos, con 31.614 hectáreas. El incremento en la franja fue de 580 ha en comparación con 2017. Destacan en el alza Campo de Dalías (260 hectáreas más), así como Bajo Andarax y Campo de Níjar (ambas suman 280 hectáreas más). De Campo Dalías sobresale Ejido con 1.756 ha cultivadas bajo techo, por Bajo Andarax la localidad de Bajo Almanzora posee 686 ha y en Campo Níjar el poblado de Níjar resalta con 5.744 hectáreas.
El área invernada de Granada es de 3.100 ha, cifra que ha sido estable en los últimos años y que sin embargo, se elevó este 2018 con 130 mil metros cuadrados. La principal comarca con estos sembradíos protegidos es la Costa, la cual posee 2.847 ha. Le siguen Baza (125 ha), Las Alpujarras (104 ha) y Alhama (24 ha).
En Málaga las superficies sembradas bajo esta modalidad no ha variado mucho. En total hay unas 775 hectáreas. Respecto al año pasado se notó un ligero descenso de 14 ha. La concentración agrícola se ubica en Vélez-Málaga, donde se siembran 721 hectáreas de frutas y hortalizas techadas.
Más que números
Gracias a los informes publicados y a los estudios satelitales, no solo se consiguen datos numéricos para elaborar estadísticas. Expertos señalan que son fundamentales para la elaboración de planes futuros desde el punto de vista del Estado, la Administración y el medio ambiente. La idea es optimizar la infraestructura agrícola de estas áreas y satisfacer sus necesidades, para mejorar las labores de siembra y los productos.