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Muchos consideran poca la cantidad de tierra que ahora el Estado concederá a las plantaciones de viñedo. También hay quienes opinan que se da mucha relevancia a los noveles trabajadores de la vid, descartando a los más experimentados. Pero ya está hecho. El pasado 26 de octubre se publicó el Real Decreto que regulará las potencialidades productivas del sector. Y como en todo, ya se escuchan los pros y contras de la medida.

Los cambios establecidos en la normativa empezarán a aplicarse en 2019 y se hicieron en base a las reglas que rigen a la comunidad europea desde 2018. Lo básico fue modificar los estatutos sobre la entrega de nuevas concesiones. Al solicitante, por ejemplo, se le pide no poseer viñedos ilegales, desautorizados ni abandonados.

En definitiva, el viticultor interesado tendrá que ser joven en el negocio, pues así se garantiza que tenga un buen desempeño previo. El reparto, señala el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, será de un máximo de 5 hectáreas por agricultor. Obtendrá las parcelas sólo si ha cumplido con todo lo exigido para la autorización.

Más trabajadores en el viñedo

Pese a las críticas recibidas, el nuevo sistema de admisibilidad parece ser beneficioso. Al menos así lo expresaron representantes de la Unión de Agricultores y Ganaderos de Rioja, quienes ven positivo que la «repartición» de hectáreas sea reducida, pues dará cabida a muchas más solicitudes. Serían cientos los beneficiados.

Igualmente, las exigencias de la norma darán pie a que los verdaderos trabajadores interesados sean quienes consigan las tierras. Y que finalmente se abra camino a la generación de relevo, a las labores de siembra y cultivo. Los viticultores que accederían serían aquellos con explotaciones por debajo de las 10,76 ha.

Otro requisito aplaudido por los agricultores de Rioja es que se adicionará el pago de la Seguridad Social Agraria (2 de los últimos 5 años). Esto evita que individuos que no operan en el sector agrícola accedan al beneficio. También, es importante que se aclararán y actualizarán las variedades de uva permitidas para la vinificación.

Rentabilidad financiera

Entre las reglas destaca, además, que para la temporada de 2019 el rendimiento productivo se ubicará en 101%, mientras que el de transformación será de 71%. Estos porcentajes asegura que haya un equilibrio que garantice las ganancias de los viticultores, especialmente los de la Rioja, señala la asociación.

Los cambios establecidos además sirven de marco para que de cara al 2030 se alcance la meta final: “la liberalización de plantaciones”. Este planteamiento se ha hecho desde la Unión Europea.