Renovando el acuerdo de libre comercio vigente desde el 2000, la Unión Europea y México anunciaron recientemente un nuevo pacto. Luego de año y medio de negociaciones, convinieron la apertura de la frontera y la exoneración de aranceles en aduanas. Medidas que favorecerán las exportaciones de alimentos y bebidas, generación de empleos y desarrollo del sector agroalimentario.
A la par de Canadá, Japón y Singapur, México manifiesta su disposición de defender junto a la Unión Europea el comercio libre, justo y basado en normas. Con este nuevo acuerdo abre la posibilidad de exportar carnes, vinos, quesos y aceite de oliva, entre otros productos emblemáticos. Inclusive comercializar frutas y hortalizas en mercados de gran demanda.
Representantes del Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, organizaciones agrarias y otros miembros del sector han concedido valor al convenio. La Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA) refiere que quizás sea “más equilibrado” que los acuerdos propuestos por Bruselas y Mercosur. En principio reconoce las denominaciones de origen e IGP.
Un pacto que abre las puertas a un mercado estratégico
El sector más beneficiado con el contrato entre la Unión Europea y México es el de las exportaciones de productos agroalimentarios. Contempla el aumento de envíos de carne de porcino a México, reduciendo impuestos casi en su totalidad. También la exportación de hasta 30.000 toneladas de leche en polvo y el acceso preferencial a quesos Gorgonzolas y Roquefort, entre otros.
El pacto establece además la eliminación de aranceles del chocolate y pastas alimenticias, que hasta la fecha iban del 20% al 30%. La Unión Europea llevará más allá de sus fronteras especialidades tradicionales y en México podrán adquirirse productos genuinos. Para ello se ha ordenado simplificar los trámites burocráticos y controles físicos en las aduanas mexicanas.
Asimismo, abre múltiples puertas al sector agroalimentario español. Exceptúa-entre otros-el pago por atún, miel, ovoalbúmina, jarabe de agave, frutas y vegetales. Protege productos sensibles como manzanas y duraznos y promueve directamente la diversificación de las exportaciones.
Buena noticia para España
España, puente entre la Unión Europea y los países de América Latina, agradece el tratado de libre comercio. Pues además de la relación comercial, mejora aspectos políticos, económicos, científicos y de cooperación. Y presenta la novedad de una lucha conjunta contra la corrupción en entes públicos y privados.
En el recién firmado convenio se ratifica el compromiso de los países para con el desarrollo sostenible y cambio climático, reflejado en el Acuerdo de París. De igual modo, establece normas estrictas para la seguridad, defensa del medio ambiente, derechos laborales y de los consumidores. También el respeto absoluto a los derechos de propiedad intelectual y garantía de una remuneración justa.
Otro de los aportes es la apertura al comercio de servicios financieros, transporte, comunicación y comercio a través de la plataforma digital. Se estima el texto jurídico de este acuerdo esté listo antes de finalizar este 2018. Luego será presentado ante el Parlamento Europeo y el Consejo de la Unión Europea para su aprobación.