Una gran parte de los habitantes de Castilla y León que laboran bajo la figura de autónomos, se hallan en el sector agrícola. Así lo refleja una investigación realizada por la agencia Ical, la cual señala que 27,7 % del colectivo se vincula al agro. La cifra es superior a la media nacional, la cual se ubica en 11,1%.
Específicamente, unas 32.948 personas afiliadas de la región son autónomas de la agricultura. Estos trabajadores “no están integrados en sociedades mercantiles, cooperativas u otras entidades societarias, tampoco son colaboradores familiares ni están registrados como parte de algún colectivo especial de trabajadores”.
El estudio indica que el trabajador por cuenta propia de Castilla y León no posee un salario, recibe paga mínima y tiene unos 5 años o más en el negocio. Además, el sector agro es envejecido y casi no incorpora a extranjeros. Estas características contrastan con los cómputos nacionales, donde los autónomos son en su mayoría jóvenes y hay muchos foráneos.