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Representantes del sector hortofrutícola están preocupados. Aunque llegó la primavera, el frío invernal retrasó las campañas, y las estimaciones de resultados son negativas. En Cataluña, por ejemplo, se ven los árboles de albaricoques y melocotones cubiertos de gotas de hielo. Esto se debe a que los agricultores están regando las plantas con aspersores, para evitar que las flores se congelen, y los cultivos bajen su temperatura a menos cero grados. Aunque las variantes climáticas todavía no afectan a los sembradíos de fruta dulce catalana, están a la expectativa.

Las metas del ramo hortofrutícola disminuyen

Las heladas, ventiscas, lluvias y ríos desbordados ya han dejado a varios trabajadores con números perjudiciales. Ya se redujeron considerablemente las metas productivas en Huelva, Granada y Murcia. Los alimentos afectados fueron las fresas, brócolis y espárragos.

En otras regiones del país ibérico, como Castilla y León, se han visto obligados a suspender la siembra de patatas. Las tierras se hicieron charco, lo que impidió que comenzaran con el proceso en marzo, fecha estipulada tradicionalmente. Esperan poder arrancar este mes de abril.

Similar experiencia viven los agricultores de Tudela, en Navarra. Sentir aún los estragos del invierno, los hizo postergar la recolecta de alcachofas. Así lo informó a diversos diarios Antonio Galindo, directivo empresarial del rubro en España. El titular también explicó que al menos no hubo novedad en la Comunidad Valenciana y en Murcia.

Malas condiciones siguen amenazando

Los más perjudicados por el clima son los sembradíos a cielo abierto, y que se ejecutan al ras del suelo. Las precipitaciones empozan la tierra y han comprometido plantaciones de zanahorias en Cádiz y Segovia.

Las consecuencias, además de la baja productividad, están por verse. La reducida oferta de alimentos generalmente lleva a un alza en los precios para el consumidor final. Los productores descartan que haya escasez, pero sí una disminución en el volumen en las cosechas del ramo hortofrutícola.

Pero no todo es negativo. En Almería las sandías y melones se están sembrando en invernaderos, por lo que hay garantía de su aprovechamiento. Los cerezos y ciruelos de Extremadura tampoco han tenido problemas, y ya están floreciendo. Igualmente, los almendros se mantienen. Éstos se benefician con las lluvias adicionales.